Filosofía Docente
Educar es un proceso mediante el cual, y a través de múltiples estrategias, se inculcan una serie de valores, conocimientos y destrezas útiles para el desarrollo personal y social de nuestros alumnos. Educar es enseñar a respetar la pluralidad y hacer también autocrítica para crecer como personas. Educar es enseñar a cooperar y colaborar con los demás. Educar es enseñar a pensar, valorar, razonar y desarrollar un pensamiento crítico que les permita caminar hacia un futuro de provecho. Educar es enseñar a nuestros alumnos a ser autónomos, autosuficientes, asertivos y resilientes para que aprendan cómo gestionar y solucionar los problemas. Educar es enseñar a buscar, dónde buscar y contrastar la información necesaria para seguir aprendiendo. Y por supuesto, educar es inculcar el gusto por el aprendizaje y el buen hacer. En definitiva, todo esto es lo que busco, pretendo y realizo en mi labor docente: establecer las bases y el principio del buen camino que cada uno de mis alumnos ha de seguir para conseguir un futuro prometedor.
En los tiempos que corren es muy importante saber comunicarse en una lengua extranjera, especialmente el Inglés, que es el idioma más usado en todo el mundo para establecer diferentes relaciones sociales, comerciales, políticas e incluso personales. Y es en este punto donde mi labor se centra. Para mí es muy importante que los alumnos puedan desenvolverse sin problemas en cualquier tipo de situación no solo en su lengua materna, sino también en otra lengua extranjera, ya que en un mundo que tiende cada vez más a globalizarse, será inevitable vernos implicados en situaciones en las cuales no siempre interactuemos con personas de nuestra misma nacionalidad o habla.
Por tanto, el objetivo principal de aprender Inglés es aprender a comunicarse en otra lengua que no sea la materna. Para ello considero muy importante la parte oral, a la que dedico gran parte de mis sesiones. Así, el Inglés debe ser el único (en el mejor de los casos) o principal vehículo comunicativo entre profesor y alumnos. Para ello, es muy importante establecer una distribución del aula que permita el diálogo; si las dimensiones del aula y el número de alumnos lo permite, la mejor distribución de las mesas es en forma de “U”. De esta manera, es más fácil comunicarse, ya que todos pueden verse las caras y el profesor puede acceder sin problema y de forma rápida a cada uno de los estudiantes cuando sea necesario. En cualquier caso, la distribución también debe ser flexible, pues existen muchas actividades como proyectos, role plays, juegos… en los que se hace necesario trabajar en pequeños grupos. El trabajo en parejas o individual, en donde los alumnos se enfrentan prácticamente solos a los conocimientos adquiridos también deben ser tenidos en cuenta a la hora de enseñar. Otro aspecto muy importante de mi labor docente para hacer que mis alumnos se expresen en Inglés es utilizar métodos y estrategias de motivación que les haga esforzarse en este campo.
A la hora de evaluar, considero de gran importancia no solo centrarse en evaluar la cantidad de contenidos aprendidos a través de exámenes en los que se recogen las diferentes destrezas: Use of Language (grammar and vocabulary), Speaking, Listening, Reading and Writing. También tengo en cuenta el comportamiento y participación diaria, si mis alumnos se esfuerzan o no por expresarse en Inglés, si traen los deberes hechos, si siguen las pautas para trabajar en la libreta, si se autocorrigen… Es por ello por lo que la observación diaria y el uso de rúbricas, además de los exámenes, me permiten recoger datos más objetivos a la hora de evaluar.
Asimismo, el uso de las TICs es un aspecto relevante en mi práctica docente diaria. Gracias al uso de diferentes programas y aplicaciones, hacer más rápido y eficaz todo este trabajo es posible, consiguiendo no solo efectividad, sino también motivación en los alumnos y reciclaje por mi parte.
En definitiva, enseñar, y en este caso enseñar Inglés, es muy gratificante, pues sabes que gracias a tu trabajo y esfuerzo, a muchos de tus alumnos se le abrirán diversas puertas a lo largo de sus vidas para ofrecerles grandes oportunidades.
En los tiempos que corren es muy importante saber comunicarse en una lengua extranjera, especialmente el Inglés, que es el idioma más usado en todo el mundo para establecer diferentes relaciones sociales, comerciales, políticas e incluso personales. Y es en este punto donde mi labor se centra. Para mí es muy importante que los alumnos puedan desenvolverse sin problemas en cualquier tipo de situación no solo en su lengua materna, sino también en otra lengua extranjera, ya que en un mundo que tiende cada vez más a globalizarse, será inevitable vernos implicados en situaciones en las cuales no siempre interactuemos con personas de nuestra misma nacionalidad o habla.
Por tanto, el objetivo principal de aprender Inglés es aprender a comunicarse en otra lengua que no sea la materna. Para ello considero muy importante la parte oral, a la que dedico gran parte de mis sesiones. Así, el Inglés debe ser el único (en el mejor de los casos) o principal vehículo comunicativo entre profesor y alumnos. Para ello, es muy importante establecer una distribución del aula que permita el diálogo; si las dimensiones del aula y el número de alumnos lo permite, la mejor distribución de las mesas es en forma de “U”. De esta manera, es más fácil comunicarse, ya que todos pueden verse las caras y el profesor puede acceder sin problema y de forma rápida a cada uno de los estudiantes cuando sea necesario. En cualquier caso, la distribución también debe ser flexible, pues existen muchas actividades como proyectos, role plays, juegos… en los que se hace necesario trabajar en pequeños grupos. El trabajo en parejas o individual, en donde los alumnos se enfrentan prácticamente solos a los conocimientos adquiridos también deben ser tenidos en cuenta a la hora de enseñar. Otro aspecto muy importante de mi labor docente para hacer que mis alumnos se expresen en Inglés es utilizar métodos y estrategias de motivación que les haga esforzarse en este campo.
A la hora de evaluar, considero de gran importancia no solo centrarse en evaluar la cantidad de contenidos aprendidos a través de exámenes en los que se recogen las diferentes destrezas: Use of Language (grammar and vocabulary), Speaking, Listening, Reading and Writing. También tengo en cuenta el comportamiento y participación diaria, si mis alumnos se esfuerzan o no por expresarse en Inglés, si traen los deberes hechos, si siguen las pautas para trabajar en la libreta, si se autocorrigen… Es por ello por lo que la observación diaria y el uso de rúbricas, además de los exámenes, me permiten recoger datos más objetivos a la hora de evaluar.
Asimismo, el uso de las TICs es un aspecto relevante en mi práctica docente diaria. Gracias al uso de diferentes programas y aplicaciones, hacer más rápido y eficaz todo este trabajo es posible, consiguiendo no solo efectividad, sino también motivación en los alumnos y reciclaje por mi parte.
En definitiva, enseñar, y en este caso enseñar Inglés, es muy gratificante, pues sabes que gracias a tu trabajo y esfuerzo, a muchos de tus alumnos se le abrirán diversas puertas a lo largo de sus vidas para ofrecerles grandes oportunidades.
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